ENSAYO

6/10/2007

Ensayo del mio cid

Alexa Montserrat Treviño Terrats II C
EL ENSAYO DEL LIBRO
MIO CID CAMPEADOR

Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid es el héroe moral de una nación, personaje virtuoso, con piedad religiosa y amor por la familia, valeroso e inteligente guerrero. Se nos presenta como un gran héroe que supera su destierro haciendo lo posible y lo imposible por volver a gozar de la confianza del rey, su principal valor es la búsqueda del honor. En primer lugar se señala el tema del restablecimiento del honor del héroe, perdido a causa del destierro, y después sigue con su engrandecimiento del Cid mediante sus victorias y las riquezas que estas le dan y finalmente describe su entrada victoriosa del Cid a Valencia.
El Cid se demuestra íntegro en un sentido cristiano, feudal y social. Gracias a esta integridad gana el respeto de sus vasallos, su generosidad y fidelidad le hacen recuperar el favor del rey. Es
tierno y humano en el amor a su familia y a sus amigos, religioso, cortés, astuto, discreto y valiente en la lucha.
El héroe de este libro tiene por nombre Rodrigo Diaz De Vivar un personaje, mejor llamado como
el Cid Campeador. El nombre Cid fue puesto por la gente del pueblo, y el nombre Campeador nace de las burlas que algunas personas le hicieron a Ruy Diaz, quien eligió burlarse de esas
personas y nombrarse a si mismo Campeador.
Es una persona bastante segura de si mismo y no duda cuando el instinto le ha dicho por donde
ir. Es guiado por el corazón y por su fuerza, capacidad e inteligencia. Era un ejemplo de su época,
en donde el dirigente del ejército iba al frente de todos sus compañeros, que por supuesto, era el
primero en lanzarse a la batalla, dispuesto a dar todo de el.
Ruy Diaz nació en el año de 1041, una época en donde se peleaba por el honor, la lealtad, la
valentía. También la lucha era por conquistar tierras en una época donde no había paz y solo
luchas constantes que tenían que ser peleadas, donde demostraban todos aquellos valores que
debían de ser tomados en cuenta para lograr subsistir. La cobardía no era bien vista.
El autor de esta obra, Vicente Huidobro, es un poeta Chileno que hace de este un poema del Mio
Cid, que se interpreta también como un cantar de gesta que en aquella época se utilizaba para
contar a la gente lo que ocurría. Era como un tipo de noticiero donde era todo muy dinámico y
entretenido. Este poema ha ido modificándose con el paso del tiempo, hasta convertirse en
novela.
Huidobro en su libro Las hazañas del Mío Cid nos muestra un héroe en tiempos de grandes cambios en España, y en su pueblo de Castilla.
A lo largo del libro Huidobro va enseñando todos los valores del Cid, y todos los talentos que tiene el, al igual que algunos otros personajes. Entre los valores que más se destacan son: la valentía, la lealtad, el honor, la fidelidad, el amor y la fe.
Huidobro con esta obra logra posicionar al estilo “Caballerista” español en la literatura de su época y trasladarnos a aquellos tiempos donde se demuestran las características generales de la importancia histórica, social y humana.

¿Quien es el héroe?
Rodrigo Diaz de Vivar, que en buena hora ciño espada, es un personaje protagonista digno de admiración y de respeto, leal y gran merecedor de todo aquello que obtuvo.
El y España eran uno solo: España le pertenecía a el y el le pertenecía a España. Siempre concentrado en lo que en las batallas tenia que hacer, buscando la forma de dejar atrás todos aquellos pensamientos que viajaban en su cabeza y solo dejando en su mente las batallas que afrentaba.
Su enorme fe en Dios también se destaca en este personaje que confiaba en dios como protector de su esposa, sus hijas y su suerte en la guerra.


Hecho historico
A España el Cid le dio un cambio muy grande porque desde que empezó con las batallas fue conquistando más terrenos para su Rey. Al final los habitantes de los pueblos que eran conquistados terminaban bien ya que les trataron igual que cualquier persona de Castilla, recibiendo los mismos beneficios.
Vivar utilizó el dolor que le ocasionó el destierro por parte del rey Alfonso VI para fortalecerse, levantarse y restaurar su honor. Al principio lo único que buscaba era lograr que el Rey se diera cuenta de lo que el podía hacer por el, y para conseguir ganancias. Pero también iba a batallas para mostrar su valentía, junto con un ejército que era formado por sus amigos, primos y personas que creían en el.
También hubo un periodo en donde el Rey no quería oír consejos que este héroe le presentaba, celoso por sus éxitos y preocupado que le quisiera hacer sombra. El héroe nunca perdió la esperanza, siempre manteniendo la calma.
Una vez que fue desterrado, el Cid se dedico a crecer su ejército, que con el paso del tiempo fue aumentando y empezó a recaudar mayores ganancias para poder ofrecer a su Rey. Pero el Cid aprendió que estas ganancias no eran suficientes para calmar las voces en su contra.
El Rey lo había desterrado gracias a las voces del odio de los otros vasallos, y un día el Cid decidió darles una lección, tratando de darles a entender que para todo hay un limite. Este personaje llegó a tener todo a su favor para darle un golpe al Rey de España que lo desterró y humilló, no lo hizo porque tenía un concepto elevado de la ética, la justicia, la generosidad y la familia.
La última Victorio del Cid fue conseguir Valencia, la tierra de sus sueños.

Talentos y Valores
Rodrigo Diaz De Vivar, o el Cid, fue una persona que desde chico siempre se dio conocer por los grandes talentos que siempre mostraba. De joven, unos pocos años después, mostró que el honor era una de las cosas que más valía y que antes del amor era el honor y la dignidad.
Así defendió la gran ofensa que a su padre se había sido hecho, retando al conde que se atrevió a insultarlo. Con esto y muchas cosas mas fue dando a conocer su gran valentía y el gran Vasallo que el podría ser, siempre y cuando tuviera un buen Rey. Sus palabras sabias se cumplieron tal cual con el tiempo, cuando el cambio de rey afecto a su propio estatus.
En el transcurso de su vida hubo muchos factores que al Cid lo daba su fuerza, física y psicológica. Entre ellos era su caballo Babieca.
Desde el primer momento hubo un gran enlace entre el y el caballo, su jinete en guerra. También puso fe en sus espadas, nombrando al primero y favorito Tizona, y a otra casi igual de buena le puso Colada.
Algunas veces cuando estaba en la batalla su mente viajaba, pensando en su amada Jimena y sus hijas, pero el siempre mostró gran valentía y siguió peleando sin dejarse desmayar, al igual que todo su ejército.

Social
El Cid fue amado por su gente, quienes lo admiraban por el hecho de que a pesar de su corta edad el siempre mostró todos sus valores y talentos. Las personas iban con el a las batallas porque sabían que con el no les faltaría nada y tenían fe en el, su héroe. Y así pobres salían y al final grandes riquezas obtuvieron gracias a esos botines que en las batallas iban ganando.
A la hora del destierro mucha gente no se atrevió a abrirle las puertas por miedo a que el Rey Alfonso les pudiera hacer algo, pero eso no quiere decir que ellos no querían. Todo lo contrario se morían de ganas por abrírselas y darle a el y a su ejercito que detrás de el iba, comida y las cosas que podrían necesitar.
Cuando el Cid regreso a Castilla la gente le demostraron el gran cariño que sienten por el y hasta lo admiraban mas que antes. El Rey al igual lo recibió bien y se sintió agradecido. El Cid de todos modos no sabia cuanto podría durar así el Rey sin tener que escuchar las voces del egoísmo y del odio.
Las relaciones que se establecen entre vasallos y señores, los caballeros, los miembros de la nobleza nos reflejan con exactitud la sociedad del momento, en la que se vivía un profundo teocentrismo y en la que el honor, el respeto y la obediencia eran principios fundamentales.La historia de la obra tiene lugar a principios de la Edad Media, lo cual implica situaciones sociales, económicas, políticas, religiosas muy complicadas.

Humano
En su vida fuera de todas esas guerras tenia a una mujer que por el honor había arriesgado el perderla, una muestra del caballerismo de la época. Al final Jimena, su mujer, acepto que en cosas del honor no hay nada que se pueda evitar. Tuvieron dos hijas, una que se llamo Cristina y Maria.

Conclusión.
El Cid Campeador es un libro que no solo representa un buen ejemplo del estilo caballerista y romántica de la época, pero que también nos abre una ventana a los tiempos turbios de esos días. Aprendemos de los estragas sociales, del poder ultimo del Rey, pero que el amor y respeto de la gente se quedaba en el líder con carácter y afecto por su gente. También el libro nos habla de los valores de un tiempo en que el honor fue lo más importante, superando aun al amor que un hombre puede tener por su esposa. Por el honor el Cid llego a tener casi mas poder político y físico que su propio Rey, y por su sentido de honor, nunca abuso de este poder.

12/02/2006

¿Qué es la Literatura?

Literatura


¿Qué es la Literatura? ¿Para qué nos sirve esta? Al presentársenos estas preguntas la dificultad para contestarlas es evidente, debido a varias razones. En primer lugar, el encontrar una definición precisa para Literatura se nos hace difícil porque, al tratarse de una disciplina muy vinculada a la expresión de sentimientos y al placer, lo que el autor intente comunicar o lo que el lector perciba en cada obra será distinto, cada cual podrá acunar lo que recibe de manera particular. Así mismo, el círculo cultural que envuelve a una obra literaria al momento de producirse esta también influye, muchas veces la Literatura es la expresión cultural de un pueblo o comunidad, es algo que sólo los integrantes de aquel grupo comprenderán cabalmente. Luego, el intentar encontrarle una“función” práctica a la Literatura no es muy fácil, ya que muchos, de hecho, apuntan a la ausencia de alguna función específica.

Pero si nos remontamos a los orígenes del hombre nos daremos cuenta de que, para ser lo que somos hoy en día, necesariamente la Literatura debía surgir, de un modo u otro. Sólo basta imaginarnos, sin desarrollo alguno de la escritura, sin la evolución que esta ha desarrollado a través de los años para ser lo que hoy en día tenemos frente a nosotros, una forma de expresión que intenta plasmar en palabras lo que pasa por nuestras mentes, intentamos hacer colectivo algo personal. Seguramente no hubiéramos alcanzado los niveles de intelecto que hoy posee el ser humano, eso que nos hace únicos, esa capacidad para pensar, razonar y observar, capacidad que logra plasmarse en la Literatura y de esta forma va perfeccionándose gracias al aporte de ciertos individuos y su colectividad, que así, poco a poco, de obra en obra, van conformando lo que hoy en día tenemos como legado cultural legado que seguramente continuará transmitiéndose.

Actualmente vivimos en un mundo cuyas áreas de conocimiento están cada vez más parceladas, es decir, las ciencias tienden a la especialización y a la especificación de sus temas de estudio. Es así como el conocimiento, a medida que va creciendo, se va a la vez distinguiendo y separando, quitándole al saber su unión y su capacidad para unirnos a nosotros mismos. Se van perdiendo los elementos comunes entre una persona y otra, distanciándolas culturalmente. Pero la Literatura escapa a esto, logra enlazar las vivencias humanas, independientemente de los factores geográficos o temporales. La Literatura apunta a la igualdad esencial de todo ser humano, busca encontrar, aún en las diferencias culturales, la riqueza que eso significa para la humanidad en sí, haciendo comunes experiencias y sentimientos que nos entregan factores de unión y que hacen insignificantes diferencias de raza o región.

Es en este fin de colectividad que la Literatura toma su más profundo sentido, se hace valiosa no cuando un autor simplemente la realiza, sino que cuando es recibida por un lector y éste la hace parte de su vida, es decir la obra influye en cierto modo en lo que lo conforma como persona. La Literatura es vista también como una necesidad, como un elemento que logra llenar ciertos vacíos o inconformidades en los seres humanos. Es decir, muchas veces vemos en obras literarias ciertos ideales o anhelos, cosas que deseamos cumplir, por ejemplo, en nuestras vidas. Nos transportamos, nos hacemos parte de lo que leemos y de esa forma nuestra vida está un poco más satisfecha, un poco más plena.

Hoy en día, muchas veces la Literatura es vista como algo de lo que podemos prescindir, algo que podría perfectamente no estar en nuestras vidas, algo a lo que otras actividades suelen anteponérsele. Pero me atrevo a decir que sin duda la vida de una persona no será la misma con o sin la presencia de la Literatura en su experiencia, no tendrá las mismas herramientas lingüísticas ni tendrá desarrollada de la misma manera su sensibilidad, así como su imaginación, entre otras. Un aporte claro de la Literatura está, por ejemplo, en la capacidad del uso del Lenguaje, la cual se desarrolla con el ejercicio y la lectura de textos literarios. Una sociedad sin texto alguno será más pobre en el tema léxico que otra que haya desarrollado su capacidad de expresión por medio de palabras. Lo que intento decir es que la Literatura puede ser un elemento prescindible en nuestro quehacer, pero no será algo insignificante, ya que sin duda influirá en nuestro pensar y actuar, de cierta forma nos cambiará la vida, mensaje que el romano Cayo Plinio nos dejó hace ya mucho tiempo, diciendo que “No hay libro tan malo del que no se pueda aprender algo bueno.

La Literatura le da al ser humano una sed de conformidad, de satisfacción, de búsqueda. Así como llena alguna necesidad que cierta persona pueda tener al mismo tiempo la hace más apta al deseo de saber más, de sentir más, de conocer más de lo que ha conocido hasta ahora, le da el ansia de avanzar hacia algo mejor. Sin todos estos deseos seguiríamos en nuestra era más primitiva, estancados y conformados con lo que nos rodea, sin saber lo que nos depararía el futuro si sólo diéramos el primer paso hacia algo nuevo, sin detenernos entonces. El ser humano se caracteriza y diferencia de los demás animales por esto, por nuestra capacidad de evolucionar cognitivamente de manera rápida y sin detención, yendo a un avance cuyo fin nadie conoce, pero todos quieren alcanzar. Esta característica que la Literatura le da a la vida humana la plasma el escritor checo Franz Kafka, diciendo que “La literatura es siempre una expedición a la verdad.”

¿Qué es la Literatura? Quizás nunca podamos sintetizar una respuesta concreta a esto. Pero ¿Qué aportes nos ha hecho la Literatura?, ¿Qué papel ha jugado ésta en la historia de la humanidad?, ¿Es recomendable que ésta continúe estando presente en nuestras vidas? Hemos buscado responder a estas preguntas, y por medio de esto nos hemos dado cuenta del valor cultural que la Literatura ha tenido y tiene hoy en día, de lo importante que ha sido para el desarrollo del intelecto y la sensibilidad humana y de los muchos valores que en sí puede entregarnos, enriqueciendo nuestras vidas al entregarnos nuevos horizontes, ampliar nuestra visión de la vida y uniéndonos como raza humana.

Mª Ignacia Alvear.
Trinidad Ruiz Tagle
Macarena Lewin
Ángeles Jaramillo

11/29/2006

Trabajo ¿qué es la literatura?

Niñas

Mañana se vence el plazo para la entrega del trabajo.

Las notas están puestas en los comentarios a los cuentos y a los ensayos.

Aquellas que aún no hacen el cuento ni el ensayo del libro tendrán un rojo

El Profesor

11/26/2006

José y Yo

Hacía frío. Estaba oscuro, tiritaba. Ya no sé si de frío o miedo, ese inmenso miedo que provoca la soledad en un lugar como este.
Seguí caminando, miraba para todos lados. Lo único que quería era llegar a mi casa, pero apareció él. Me tomó la cintura con una mano y con la otra tapó mi boca para evitar mis gritos de desesperación y sufrimiento.
Me dijo que me quedara tranquila y con sus brazos hacía la fuerza suficiente para que yo no pudiera escapar.
Ahora sabía con certeza que tiritaba de miedo. Pensaba en las mil y una cosas que aquel hombre podía hacerme, pero el seguía ahí, diciéndome "tranquila, nada te va a pasa".
Me llevó a un lugar más oscuro y el miedo que sentía aumentaba y ya no sabía qué hacer. No podía gritar ni arrancar. En esos minuto sentí e imaginé las peores cosas posibles.
Llegamos a un callejón, subimos una escalera y abrió una puerta blanca que estaba al final.
Entramos por la puerta y estábamos en un departamento muy moderno e iluminado.Por fin pude ver la cara de aquel hombre.
Me dijo su nombre. Se llamaba José, y a la vez, preguntó por el mío. Le pregunté qué quería de mí, qué haría conmigo. No respondió.
No entiendo qué pasó conmigo, pero poco a poco empecé a tranquilizarme y los malos pensamientos comenzaron a irse.
Se sentó, me senté. Me miró con esos ojos extraviados y comenzó a reírse. Le pregunté por qué hacía todo esto. Denuevo obtuve el silencio como respuesta.
Dejó de reírse y me contó una historia, al parecer de su infancia. Fue en ese momento de confusión que comprendí el vacío y la pena de sus ojos, pero seguía sin entender qué hacia yo, en ese lugar, con el.
Abrió una puerta, entró en la pieza y la cerró. Quise escapar, pero fue imposible ya que la puerta estaba cerrada con llave.
Inesperadamente, comenzó a gritar desde la pieza. "Libertad, sólo quiero libertad! "luego salió de la habitación. Se notaba en esos ojos llenos de vacío y pobres de luz que había estado llorando desconsoladamente.
Me preguntó cómo encontrar la libertad, pero no respondí.
Sacó una pistola de su bolsillo. Se la puso en la cien y luego volvió a preguntar cómo encontrar la libertad. Sin nada que hacer, volví a quedarme en silencio.
Me di vuelta, no quería ver lo que ese hombre haría con su vida. Luego de unos minutos escuché un disparo. Tardé alrededor de media hora en darme vuelta, pues no quería verlo muerto. Desgraciadamente tenia que hacerlo si quería salir de ahí.
Entré en su pieza y en las paredes estaba escrito "libertad". Encontré un cuaderno en el cual había escrito episodios de su vida. Después de leerlo entendí muchas cosas.
José estaba enfermo de SIDA, había estado en la cárcel 5 veces por homicidios y además por violaciones. La última vez que había estado en la cárcel lo internaron en una clínica siquiátrica de la cual había escapado hace 2 meses.
Respecto a su familia, su madre era prostituta y su padre traficante. Por lo que escribió en su cuaderno supe que su infancia fue muy terrible, por lo cual se fue de la casa a los 10 años y desde ahí vivió en la calle. Luego de una vida sin rumbo ni bases en las cual apoyarse, se involucró en el negocio de las drogas. Logró obtener un poco de dinero, el cual ahorró, y este departamento.
Nunca fue libre, es por eso que anhelaba tanto su libertad. Ahora logro entenderlo, pero no sé por qué me eligió a mi para ver su muerte.
Salí del departamento, me fui a mi casa y llamé a la Policía para informarles lo que había ocurrido.
Me quedé dormida después de mucho llorar.
La vida y muerte de José siempre quedarán como mal recuerdo en mi memoria.
Ha pasado un año desde aquel día, pero aun no puedo librarme de aquellas imágenes y sueño todos los días con José, con aquel hombre que, sin pensarlo, se llevaría mi libertad.
::Trini R-T::

P.&.T

11/22/2006

Mala compañía

No aguantaba más los comentarios de las otras personas respecto a mi parentesco con él.
Cuando supe la verdad, entendí todo.
En verdad lo quería, en verdad sí.
Todo el tiempo que había vivido con él, esos momentos que siempre recordaré. Era la persona más cercana a mí, después de mi mujer.
Me casé muy joven, a los veintidós años. Conocí a mi mujer cuando era apenas un niño, estaba completamente enamorado de ella.
Tuvimos a un hijo un año antes de casarnos, lo que hizo que las cosas en mi vida se formalizaran. Eso era realmente lo que necesitaba, un cable a Tierra.
Lo que hice, fue por amor a ella, un amor confuso con la traición, su traición.

Cuando mi hijo tenía diez años, recuerdo que me dijo que era el mejor padre del mundo, y que no me cambiaría por nada.
Así es como las cosas tenían que ser, pero no, supe la verdad y todo cambió.

Mi mujer es estupenda, siempre estuvo rodeada de pretendientes, me decía que vio en mí lo que no veía en otros. Yo al mismo tiempo de amarla y de ser cariñoso, era indiferente. Y no es que yo fuera así, por mí, estoy pegado a ella todo el día, pero como yo sabía que a ella le gustaban los hombres independientes, actuaba así, sólo para tenerla cerca.
Recuerdo que la primera vez que la vi me enamoré. Siempre supe que ella era la mujer de mi vida. Y lo sigue siendo.

En este momento ella trabaja. Aún no sabe lo que ocurrió, no es el momento.
Su primera reacción será llorar, gritar, pegar, saltar, se volverá loca, y todo esto es por que ella me ama y yo a ella. Esto es un amor contra barreras. Un amor sin fin. Donde nadie se interpone.
Alfil podremos vivir sin mentiras, por que esa mentira ya no existe y ella lo notará al instante.

Hoy día fue un día especial, siempre lo tendré presente.
Me levante, le hice el desayuno a mi mujer, desperté a nuestro hijo y ella se fue a duchar.
De repente vi un papel asomado por su cartera, el cual, estaba a punto de caerse, sin intensiones de saber que decía, estiré el dedo para tratar de que entrara nuevamente en la cartera. Pero no, tuve que hacer un esfuerzo mayor y la curiosidad me ganó. ¡Algo tenía que tener el papel que no se guardaba fácilmente! Y claro que sí, lo abrí lentamente, sabía que lo que hacía estaba mal.
Simplemente no pude evitarlo. El papel era el resultado de unos exámenes, pero no entendí bien de qué se trataba, no era un lenguaje muy claro para mí.
Pensé un rato, ¿Qué era realmente lo que significaban esos exámenes? ¿Tendrá alguna enfermedad?
Mi mujer abrió de un golpe la puerta del baño y no alcancé a ocultar lo que estaba entre mis manos.
Me miró, la miré, silencio…
Armándome de valor le pregunté de qué se trataba todo esto.
Me mira por treinta segundos que me parecieron los treinta segundos mas largos de toda mi vida. Me dice: Hace tiempo te tengo que decir algo pero nunca supe como.
En realidad nunca me imaginé lo que me iba a decir.
Dice: Primero quiero que sepas que siempre te he amado, y si no te dije esto antes es para tenerte siempre cerca de mí. No te lo dije por que esto dio un resultado que es lo que yo más amo junto contigo.
Continuó: ¿Te acuerdas cuando te fuiste a Harvard por seis meses? Bueno, una noche salí con unas amigas a un pub cerca de la casa, la verdad es que no me divertí por que tú no estabas a mi lado, asi que volví temprano caminando a la casa. Eran como las una de la madrugada y en la esquina habían dos tipos, desgraciadamente los vi demasiado tarde. Me rodearon y me dijeron que fuéramos a mi casa. Entramos y… ellos abusaron de mí, fue un momento horroroso, espantoso, humillante, agresivo, no tengo palabras para describirlo. Es el recuerdo más asqueroso y oscuro de mi vida.
Le pregunté: ¿Por qué nunca me lo dijiste?
Aquí fue donde cambia el sentido de la historia.
Dijo: Simplemente porque fue al día siguiente cuando llegaste tú y supe de inmediato que estaba embarazada. La verdad es que no tuve problemas en contártelo, era lo único que siempre quise, pero hasta ayer tenia la duda de si el hijo era tuyo o no. Consulté con profesionales que hacer, estaba perdida, pensaba que si el hijo no era tuyo me abandonarías.
Lloramos, nos abrazamos y callamos juntos.
Rato después le pregunto: ¿Y el hijo es mío cierto? Suponía que como me lo había contado, era obvio.
Me mira fijamente y me dice que no. No reaccioné.
Ella se viste y me dice que tiene que trabajar si no quiere perder su trabajo, pero que la perdonara y hablábamos en la noche.
No sabía que hacer, ni pensar.
Me acosté y lo único que pude hacer por una hora fue mirar el techo sin entender nada.
No sé como e desperté, horas después y noté que estaba mi supuesto hijo a mi lado, viendo televisión.
Lo veo y me dice: ¡Hola Papá! Yo sin responderle me doy cuenta que ya no es lo mismo.
Yo ya no soy su padre y él no es mas mi hijo.
Nunca lo podré ver como tal, nunca lo fue.
Entre desilusionado y descompuesto, enrabiado y sin pensar, agarro mi almohada fuerte y la hundo en la cara de mi hijo.
Fue con tanta fuerza que no le di ni tiempo para defenderse.

Ya no tengo hijo
Ya no tengo mujer
Vivo solo tras las rejas,
Sólo tengo un lápiz
Y un papel.

Josefina Wielandt

La peor pesadilla

Un día una mujer llamada Florencia iba camino a su casa, después del trabajo. Eran las siete de la tarde y estaba empezando a oscurecerse, como en cualquier típico día de invierno. Con mucho miedo y frío como de costumbre, caminaba esta bella mujer por un largo y angosto camino de tierra.

Al rato después de empezar mi caminata por este camino, empiezo a sentir que alguien me seguía, miré para atrás y me di cuenta que había un hombre de más o menos treinta años con un aspecto físico muy decente y al ver esto me relajo y sigo caminando, pero empiezo a darme cuenta que definitivamente este hombre me estaba siguiendo a mí, porque no había nadie más y él comenzaba a caminar cada vez más rápido. Sin pensarlo dos veces opté por salir corriendo y para mi mala suerte, me tropecé con una piedra que no había visto. El hombre no se descuidó de esto y me atrapa, me tapa la boca y me dice: “quédate callada y haz como si me conocieras”. Otro hombre que salió de una parcela en ese minuto, se percata de esto y decide investigar qué estaba pasando y nos empieza a seguir.

El hombre que me tenía amenazada, me lleva a un lugar muy oscuro, que parecía ser una casa abandonada en la mitad de la nada. Me tira al suelo bruscamente, por lo que yo trato rápidamente de pararme, pero no pude. De forma muy agresiva, saca un cuchillo de una caja y me lo entierra en el brazo. Mientras sangraba, me empieza a tocar lentamente y todo esto termina en una violación. Luego de esto me deja tirada y abandonada y yo sin saber donde estaba empiezo a llorar y a gritar desconsoladamente.

Minutos más tarde, aparece el hombre que se había percatado de la situación y un poco después de este hecho, llega la policía.

Al ver a esa mujer agarrada de un hombre, con cara y voz de desesperación me di cuenta que no lo estaba pasando bien, y que no estaba caminando por voluntad propia, sino que él la estaba obligando. Decidí seguirla, porque sabía que mi misión era salvarla de tal malvado hombre. Llegó a un lugar oscuro y muy sucio. Veo que el hombre le pega a la mujer y la tira al suelo, luego veo que ella estaba sangrando y percibo que aquel hombre la había violado. Sin saber que hacer, llamé a la policía, porque me di cuenta que la situación se me escapaba de las manos.

Tras la salida del hombre, me acerco a la mujer y me doy cuenta que está llorando muy desesperada. Luego de quince minutos de larga espera, llega la policía al lugar. Hablan largo rato con la mujer para que ella pudiera calmarse y explicar con detalles todo lo que había sucedido.

Tras todas las descripciones dadas por aquella mujer, la policía no logra encontrar al hombre. Yo sabía que no podía quedarme sin hacer nada, por lo que decidí ir a buscar a este hombre y así poder enfrentarlo.

Unos pasos más lejos de la casa abandonada, me encuentro con un auto que no había visto nunca antes. Me acerco, y me doy cuenta que el hombre estaba dentro de él. Abro la puerta, lo bajo y sin darle más vueltas al asunto, le disparé.

Fue un alivio para mí, saber que un hombre que yo no conocía fue capaz de percibir todo lo que estaba sucediendo y salir en mi rescate. Y sobretodo, que haya tenido la valentía de enfrentarse al hombre que abusó de mí y que lo haya matado.

Catalina Lagos

IIIºC

Un error, mi condena

No sé qué pasó, ni cómo pasó… Fue todo tan rápido, que aún no entiendo.

Conocí a Andrés en el 2000 cuando yo tenía 22 y él tenía 24, todo parecía perfecto el tiempo que estuvimos pololeando. Nos casamos a principios del 2004 y hasta finales del 2005 nunca tuvimos ninguna pelea. Éramos un matrimonio perfecto, o al menos eso parecía. Un día, me empecé a dar cuenta que Andrés estaba cambiando, que ya no le gustaban las mismas cosas que antes y que ya no me miraba de la misma forma.

Pensé que había sido algo del minuto, o que estaba cansado y no quería hablar, pero esta actitud comenzó a perdurar. Pasaron dos meses en que estuvimos peleando todos los días porque él estaba extraño y eso me molestaba mucho.

Una noche, me aburrí de su comportamiento y llamé a la Antonia para que fuéramos a tomar algo a un pub. Yo sabía que ella no me iba a negar mi invitación ya que acaba de terminar una relación de tres años con Miguel.

Luego de haber tomado bastante, se nos acercaron dos hombres, de aproximadamente treinta años. Uno de ellos resultó ser mi pololo cuando tenía 15. Nos quedamos conversando los cuatro, y cerca de las tres de la mañana nos despedimos de ellos y nos fuimos. Antes de irme, Cristóbal me pidió mi teléfono y no me atreví a decirle que era casada. Me llamó unos días después para invitarme a almorzar, no le negué la invitación y le dije a Andrés que iba a salir con mi hermano a comprar unos regalos para sus hijos. Fuimos a almorzar a un restaurante en el barrio Bellavista, conversamos de su vida y de la mía. Tuve que mentirle acerca de algunos temas para que no descubriera que estaba casada. Le dije que había pololeado hasta el año pasado, pero que habíamos terminado porque las cosas no daban para más.

Seguimos viéndonos por un tiempo más y las cosas comenzaron a ser más serias. Él me invitaba a comer con su familia, a museos, exposiciones e incluso a sus comidas de oficina. Cuando estaba con él, no pensaba en nada más que en la relación que estábamos empezando y de lo feliz que me sentía. Me di cuenta que era una felicidad que no sentía desde el año en que me casé con Andrés.

Me sentía demasiado confundida, por un lado cada día que pasaba, me enamoraba más de Cristóbal, pero a la vez no me sentía capaz de terminar mi relación con Andrés porque en el fondo igual lo quería y tenía miedo de perderlo.

Estuve seis meses mintiéndole a Cristóbal e inventando historias cada vez que quería ir a mi casa, o a alguna comida familiar, siempre tenía una excusa para decirle.

Por otro lado con Andrés también fue difícil, porque él notó mi indiferencia y comenzó a cambiar su actitud frente a mí, a volverse cada vez más cariñoso y más detallista, cosas que había perdido hace mucho tiempo.

La situación se tornaba cada vez más complicada y ahí estaba yo, en medio de la nada, sin saber que hacer ni que decir. A quién decirle la verdad y con quién terminar todo. Por una parte tenía a Cristóbal, mi amante, al cual comencé a amar sin darme cuenta y sin esperarlo, fue él quien llegó en un minuto difícil de mi vida, y que me acepta tal cual como soy, y no tiene miedo de enfrentarme o de contarme sus problemas conmigo. También está Andrés, mi marido, con el que llevo casi tres años de matrimonio y un proyecto de vida armado desde hace 6 años.

Por lo mismo, la situación se me fue de las manos y tenía que pedir ayuda. Como la Antonia ha sido mi mejor amiga desde hace trece años, le pedí consejos. Ella es la única que sabe sobre mi situación actual y todo lo que he vivido con ambos. Estuvimos largas horas conversando y viendo que sería lo mejor para todos, y decidí contarle la verdad a Cristóbal y divorciarme de Andrés, porque es Cristóbal el hombre que siempre he buscado y es él quien me hace feliz.

Al día siguiente, hablé con Cristóbal y le conté todo lo que me había pasado este último tiempo, pero que a pesar de haberle mentido, no quiero perderlo. Le costó muchísimo entender mi situación y ponerse en mi lugar, pero luego de una semana me dijo que me amaba y él tampoco quería perderme, por lo que iba a esperar que yo hablara con Andrés para ahora sí poder estar juntos.

Me armé de valor y le pedí a Andrés el divorcio. Le dije que nuestra relación no iba bien y que realmente no quería solucionar los problemas porque sentía que él no ponía de su parte nunca. Me preguntó si era por alguien más, si le pedía que nos divorciáramos porque había conocido a otro hombre. No pude mentirle, le dije que si pero que no era por eso que quería terminar la relación. Él, enojado, se fue de la casa y me dijo que quería saber el nombre de mi amante. Le conté toda la historia… fue el peor error de mi vida. Al día siguiente me despierto, prendo la televisión y justo estaban dando las noticias, hablaban de un supuesto asesinato ocurrido esa misma madrugada en un departamento ubicado en Vitacura. Muestran la fotografía del asesinado y me doy cuenta que era Cristóbal, y que lo había matado un hombre de 31 años por una razón que todavía desconocen. Ese hombre, era Andrés. Lo metieron en la cárcel y le dieron cadena perpetua. Han pasado cinco días y todavía no lo asimilo.

Paso el día encerrada en mi casa, pensando en todo lo que pasó debido a mis mentiras, a no haber actuado correctamente desde el principio. Ahora veo las consecuencias de todo lo que hice. Ahora sé realmente, lo que es el amor y todo lo que implica estar enamorada. Le agradezco a Cristóbal por todo el amor que me entregó y le pido perdón por haber sido tan inmadura y no afrontar las cosas desde el principio.


Macarena Müller

IIIºC

Hermanos de sangre pero no de alma

Hace algunos años, en una aldea remota de Córcega, nacieron dos mellizos: Quico y Caco. En un principio, su madre, Darla, los veía iguales, pero con el tiempo se dio cuenta de lo diferentes que eran: Quico era tranquilo, obediente para su edad, comía toda la comida y dormía sin despertar llorando en la noche. Por el contrario, Caco era muy inquieto, siempre estaba molestando a su hermano metiéndole los dedos en el ojo o tirándole la comida en cima, además de pasar la mayor parte del tiempo llorando, lo cual le daba a la madre mucho trabajo y a la vez confusión, ya que no podía entender que ella había dado a luz a dos seres tan diferentes. Desde pequeños, Darla prefirió mucho más a Quico, porque no le daba tanto trabajo como Caco y además a él siempre tenía que estarlo retando por alguna maldad que realizara.

Ambos niños fueron creciendo, fueron a la escuela juntos y se criaron en los típicos juegos de su edad, como cazar mariposas y sacarles el polvo, recolectar insectos, etc. Pero eso sí, Caco nunca perdía la oportunidad de hacerle algo a su hermano que era, por desgracia, un tanto más pequeño que él y eso lo hacía aprovecharse de él en pequeñas cosas, pero que luego se transformaron en una autoritaridad que a su madre no le gustaba para nada: siempre era Quico quién ayudaba a su hermano a encaramarse a una pared, pero luego Caco se iba y no lo ayudaba, o cada vez que su madre preguntaba por un favor, Caco sólo tenía que mirar de reojo a Quico para que él se ofreciera voluntariamente, pero con cero motivación en el tono de voz, sino más bien con el de alguien que se ve obligado por el miedo.

Estas situaciones se fueron agrandando con los años, y Caco cada vez tenía menos personalidad debido a que su hermano hablaba, actuaba y hacía todo por él, diciéndole que era un inútil y este, como es obvio, se lo creía y se dejaba dominar. Pero un día en la escuela, Caco se pasó del límite: la maestra estaba de cumpleaños, y llegó al salón de clases con una enorme caja de chocolates. Como es de suponer, y como cualquier niño de 7 años haría, Caco observó los chocolates durante toda la clase, ideando como obtener esa hermosa caja roja adornada con una cinta blanca y poder comer esos deliciosos bombones, sin prestar atención en lo más mínimo sobre lo que hablaba la profesora sobre letras, vocales y abecedarios.

Cuando llegó el receso, Caco se quedó más tiempo en la sala con la excusa de estar revisando su mochila, y cuando todos se fueron, menos la profesora y su hermano. Quico, adivinando las intenciones de Caco, no tardó en descubrir el significado de la mirada de su hermano, y enseguida se puso a llorar alegando que le dolía una muela y pidiendo a la profesora que lo llevara a la enfermería. Obviamente, la profesora salió rápidamente de la sala con Quico en los brazos, y Caco aprovechó la oportunidad para tomar los chocolates y meterlos en su mochila. Unos minutos después, tocó el timbre, y con eso entraron a la sala todos los niños, la profesora y Quico. Como les tocaba estudiar las plantas, la profesora decidió ir afuera, y como Quico supuestamente se sentía mal, lo dejó quedarse en la sala.

Viéndose solo, Quico quiso comprobar si su hermano había o no sacado los chocolates, y vio sin asombro que en la caja faltaba más de la mitad de los chocolates. Como era un niño muy honrado, fue hasta la mochila de su hermano y sacó todos los chocolates con la intención de devolverlos antes de que descubran a su hermano, pero para su mala suerte justo en el momento en que abría la caja para introducirlos, la profesora entró a la sala y lo descubrió. No podía entender este comportamiento de Quico, que siempre se mostró muy honrado y tranquilo, y por lo mismo le preguntó: - ¿Qué estas haciendo Quico? - A lo cual él respondió – Nada señorita, solo estoy devolviendo los chocolates a su caja. – Frente a esta obvia mentira, la profesora, muy triste, tuvo que castigarlo. Él juraba no haberlo hecho, pero ante la negativa de descubrir al culpable, la profesora no tuvo más remedio que castigarlo a él. Todos los niños le decían que era muy malo por haberle tratado de robar los bombones a la profesora que era muy buena y estaba de cumpleaños, todos menos una niña que siempre lo miraba y le dijo al oído cuando nadie los miraba – Yo te creo Quico, tu tienes cara de decir la verdad porque mi mamá siempre me ha ensañado a reconocer quienes la dicen. Tú me caes bien, pero siempre estás con tu hermano que es malo porque les tira piedras a los pájaros y mata los huevos de los nidos. – Pero nada de esto consolaba a Quico, que odiaba mentir pero le ganaba el miedo a su hermano.

Cuando llegó a su casa, lloró desconsoladamente porque nadie le creía. Su madre, que los conocía a ambos, y estaba muy extrañada de la situación, fue hasta la habitación de Caco a revisar su mochila, y descubrió lo que sospechaba: habían papeles de chocolates en la mochila. Como el que busca sabe donde buscar, lo llamó y le pidió que le mostrara sus dientes. Al hacerlo, los vio llenos de chocolate, en cambio los de Quico estaban totalmente blancos.

Al día siguiente, la madre fue donde la profesora a explicarle todo, castigaron severamente a Caco y Quico, que no podía más que sentirse aliviado, igual no sonrió por temor a que su hermano se enojara más aún con él. En el recreo, como estaba solo ya que su hermano estaba castigado, se le acercó la niña que le había creído, y le dijo – Buenos días, mi nombre es Amalia y creo que eres muy lindo. Siempre te he observado, y puedo ver en tus ojos que eres un niño bueno. Por eso me gustaría mucho que seamos amigos, pero no con tu hermano que te hace sufrir castigos por culpa suya. – Ante esto, Quico se quedó petrificado, porque no concebía la idea de jugar con otros niños que no fuera su hermano, pero desde el fondo de su corazón le agradecía a esa niña tan dulce por acercarse y darle la oportunidad.

Después de ese día, Quico aprendió a no hacer de cómplice en las mentiras de Caco y a no tenerle miedo, y pudo jugar con otros niños que eran como él.

Macarena Cánepa

III°C

NOTAS ENSAYO LIBRO

Niñas las notas van a ponerse como comentario en los ensayos de los libros. Los cuentos que ya han subido deben colocarles títulos.

El Profe

Título: ...................................................

Hoy día fue un día muy feliz para mí… Hace tiempo que no sentía esa sensación de libertad, obvio que todavía no lo estoy, pero por un momento logré percibirla, fue en ese instante cuando volví a recordar como era antes.
Me llevaron de paseo a mí y a unas cuantas compañeras más de reunión a un valle no muy lejos de aquí, donde tenía un río muy grande y profundo. Ahí me bañé un rato y cuando estuve ahí empecé a darme cuanta que ese lugar me sonaba algo familiar, sentía que había estado por ahí antes… ¡claro que lo era!... estaba absolutamente en lo correcto.

Ha como un kilómetro de ese río estaba el lugar donde cometí un gran homicidio, en ese mismo lugar fue donde asesiné a Pedro… el marido de mi hermana… a ese pequeño infeliz e insignificante criatura, lo maté como a un gusano aplastado literalmente.
Yo fui su amante durante catorce largos años de mi vida, se notaba que me pertenecía mucho más a mí que a Claudia, se mostraba que estaba enamorado de mí y no de ella.
Pero igual decidí matarlo por haber sido tan cobarde, por no haber enfrentado la verdad en el momento en que le dije que le iba a contar todo a Claudia.
El quiso negarlo todo, tratándome como a una pobre loca, desquiciada e infeliz.

Así que decidí vengarme… esa noche lo llamé para “despedirme” de él, no lo quería ver más porque no aguantaba más la situación. Le pedí que nos juntáramos en un lugar muy escondido y lejano para que así nadie nos pudiera encontrar. Le pedí que nos juntáramos en un cementerio de autos que se encontraba casi saliendo de la ciudad.

A las 12.30, tal como se lo había pedido, estaba ahí esperándome, se mostraba algo nervioso, estaba parado en la mitad de pura basura y restos de autos, yo lo veía por detrás, estaba oculta dentro de una grúa, cuando de repente, clic! Moví la palanca y dejé caer un auto que estaba todo destrozado encima de él.

Sabía que él nunca se atrevería a mirar hacia arriba, nunca lo hacía cuando debía enfrentar algo, así que prácticamente era imposible que lo hiciera esta vez.
Fue ahí cuando lo maté, fue ahí cuando sentí esa felicidad y satisfacción que nunca antes había podido sentir, fue ahí donde me di cuenta que lo quería hacer una y otra y otra vez porque no estaba arrepentida y todavía no lo estoy… de hecho estoy orgullosa de mí por haberme atrevido.

Al haber recordado eso noté que tenía una pequeña sonrisa en mi cara, claro que todo cambió cuando volví hacia la prisión y mi doctor me tenía una pequeña “sorpresa”. Era un reportaje muy interesante de la persona que lo había escrito.
Este reportaje narra sobre la envidia y celos entre hermanas, es un caso muy frecuente que se da, sobre todo en las mujeres.
Como en mi caso, donde yo tenía una hermana menos y bueno, desde que éramos pequeñas siempre ella deseaba lo que yo ya tenía, desde los regalos de navidad hasta mis amigas.
Yo a los 25 años me casé con Pedro, obviamente el no fue la excepción.
Lo único que Laura deseaba era que finalmente ella se quedara con él y yo sola, ese era siempre su objetivo, de toda la vida.

Una mañana me entero de un asesinato tan trágico, que es como las películas de terror.
Prendí la televisión y veo en las noticias que un cadáver fue aplastado por un auto que le cayó encima. Este auto estaba elevado por una grúa a más de 20 metros de altura.
El cuerpo fue reconocido y no era nada más y nada menos que Pedro, mi marido muerto.
Fue aplastado como un gusano, triturado y despedazado en 30 piezas.

En ese momento no supe que hacer, solo recuerdo que sentí mucho dolor y rabia porque además de saber que nunca más iba a poder verlo, sabía quien era la culpable y que ella era mi hermana.

Y así fue, esa misma tarde se encontró a la culpable, yo lo único que quería era que pagara hasta los últimos días de su vida, quería que se arrepintiera de ser así.

Laura solo logró que al final ninguna de las dos pudiéramos ser felices, yo me quedé viuda, sola, triste y dolida, sé que nunca podré superar todo el daño que me hizo.
Pero por lo menos se que ella está pagando esta condena por el resto de su vida que estará llena de envidia.

De hecho ahora debe estar envidiándome al saber que yo escribí todo esto justo detrás de esas rejas que la están manteniendo sin vida.


Maria Ignacia Alvear.

Título: ...................................................

Durante toda mi vida he crecido arrastrándome por una miga de pan o de pastel, moviéndome rápidamente para no ser aplastada por algún gigante al cual llamamos hombre, tratando de ser más de lo que aparento y de verme más grande de lo que soy, que daría por no tener que hacer todo eso, que daría por tener dos pies y poder caminar por ahí como si nada me importara tal como lo hace aquel gigante sentado enfrente de mi, no puedo dejar de mirarlo, necesito saber lo que piensa, saber que es lo que lo detiene aquí, que es lo que lo deja quieto sin moverse, parece una estatua, si yo fuera él, si tuviera pies no dejaría de correr, de saltar, de cumplir mis sueños, nada me detendría.

¿Por qué llevará esa cara de tristeza, de decepción? No logro entender como es que teniendo todo para ser feliz, no lo aprovecha como no es capaz de ver más allá de su nariz, levantarse de su asiento y disfrutar.

Pero ¿Qué más puedo pedir?,una hormiga como yo no puedo aspirar a más, es lo que me tocó y soy feliz con eso, porque al menos sé vivir la vida agradeciendo lo que tengo...



No sé que hacer, no puedo moverme de aquí, no sé ni a donde ir ni a quien llamar, me siento solo, no hay nadie aquí que me pueda ayudar, solo hay una hormiga en el mismo asiento que yo, no se mueve, no deja de mirarme, ¿qué tengo?, en realidad no me importa, es una hormiga, una insignificante hormiga que no piensa, que no siente...¿ y si la aplasto?...En realidad, me encantaría ser una de ellas, olvidarme del mundo, de los problemas, si tuviera un deseo sería ese, dejar de ser hombre!, Convertirme en hormiga y de esa manera no pensar, dejar de lado estos pies que me llevan una y otra vez a lugar a los cuales no quiero ir, dejar esta vida, dejar de pensar – no puedo pensar en nada más- claro que no! Pues no tengo nada más!, no soy feliz, no tengo donde ir, ni como ir, si pudiera ser una hormiga y dormir aquí. ¿Qué es esto? Si no tengo nada.... no hay nada por lo que agradecer.


María Paz Fernández. III°C

11/21/2006

Título: .......................................

Era un día de lluvia, esos que dan pena, que no quieres salir y solo tienes ganas de quedarte en tu casa y sobre todo, si el día anterior te enteraste de algo horrible. Mi madre que había muerto hace dos años, había sido asesinada y no por cualquier persona, no, por mi padre. Durante estos dos años habían tratado de encontrar al asesino, hasta que lo lograron, y lo peor de todo, es que está suelto, prófugo y una persona fuera de juicio suelta, es peligrosa. Tengo miedo, si pudo hacerlo con mi madre, por qué no conmigo. Y lo peor de todo, es que la persona con que vivo es mi abuela que no está en condiciones para defenderme, me siento sola y no sé qué hacer.
Mi padre había desaparecido un par de días antes porque la situación con mi mamá no eran las mejores, el ambiente nunca fue el mejor para mí, a pesar de la buena relación que tenía con ella y de lo mucho que nos queríamos, crecí con peleas y gritos que todavía están grabados en mi memoria y no he podido olvidar. Cuando por fin se fue, para mi fue un alivio, por fin todo se había terminado, pero no, lo peor había empezado.
Mi padre nunca me dejaba salir de mi casa, incluso me encerraba en mi pieza y me dormía, según él, era para conversar tranquilos con mi madre, pero sé que no era para eso, porque más de una vez desperté por los gritos, me paraba para saber qué pasaba y ahí estaba él golpeándola, mi mamá decía que era un juego, que yo era muy chica para jugar, de ingenua le creía, pero ahora pienso en cómo pude ser tan ciega y no darme cuenta de lo que pasaba, tal vez si hubiera hecho algo por ella, no estaría acá, llena de odio, me desconozco porque yo no era así, pero creo que todo esto llegó demasiado lejos, no me iba a quedar de brazos cruzados como lo hice antes, ahora no, debía hacer justicia.
Cada vez se hacen más fuertes los recuerdos de aquél día, porque era un día como hoy, oscuro, tormentoso. Unas semanas después de que mi padre se había ido, fue a, supuestamente, saber cómo estábamos, estaba cambiado, incluso me había obligado a salir de mi casa, con la excusa de que fuera a hacer nuevos amigos, así que me fui a jugar con mi vecina. Me pareció extraño porque muy pocas veces él me dejaba salir de casa. Se empezó a hacer tarde así que decidí volver, pero definitivamente me hubiera gustado nunca haber vuelto, porque al entrar en mi casa, vi lo peor que había visto, estaba mi madre, tirada en el suelo, rodeada de sangre. Me acerqué a ella, le pregunté si esto era parte de su juego, pero no respondía, qué podía hacer yo, con diez años, si mi madre era lo único que tenía.
Han pasado dos años desde entonces. La noche está extraña, me dan ganas de salir, buscar a mi padre y matarlo, antes de que él lo haga primero, además no tengo nada que perder, que me lleven a la cárcel por esto, incluso, ahí estaría mejor. Tenía el presentimiento de que lo encontraría, así que decidí ir por él y hacer justicia, sabía que mi madre estaría orgullosa.
Caminé por el bosque, para llegar a la ciudad hay que caminar un par de horas. Este bosque me había dado miedo toda mi vida, pero ahora nada me podía importar menos. Tenía que encontrarlo.
Necesité descansar un momento, el cansancio no me dejaba caminar. Me recosté en el suelo, cerré los ojos y de pronto sentí que algo estaba detrás mío, tenía que pararme, abrí los ojos y ahí estaba, mi peor pesadilla, mi padre, el hombre que me había quitado todo. No sabía qué hacer, me miró con una cara que nunca antes se la había visto, quería llorar, tenía los ojos brillantes, no pude resistirme y tuve que correr a abrazarlo, porque tenía los brazos abiertos. Fui hacia él, lo abracé lo más fuerte que pude, como nunca antes lo había hecho, pero sentí ese calor de un padre, esa acogida, y realmente no sabía en lo que estaba pensando, porque por un momento pensé en cómo podía matar a ese hombre, que tal vez estaba arrepentido de todo, y yo por un minuto pensé en perdonarlo, a pesar de que no me digiera nada. Pero de pronto sentí algo que me dolía y mucho después vino un frío, pensé que me congelaba, no podía moverme, pero ese dolor seguía y cada vez más fuerte, sentí algo mojado correr por mi cuerpo, lo solté, lo miré a los ojos, pero él no pudo mirarme. Miré sus manos, y estaban todas ensangrentadas, toqué mi espalda y caí al suelo.
Daniela Toro IIIC

11/14/2006

La Gaviota de Anton Chejov

Anton Chéjov nació el 29 de enero de 1860 en Taganrog, y estudió medicina en la Universidad Estatal de Moscú. Mientras todavía estaba en la universidad publicó relatos y escenas humorísticas en revistas. Casi no ejerció la medicina debido a su éxito como escritor y porque padecía tuberculosis, en aquel tiempo una enfermedad incurable. En 1897 hizo frecuentes viajes a los balnearios de Europa central. Casi a finales de siglo conoció al actor y productor Konstantín Stanislavski, director del Teatro de Arte, de Moscú, que en 1898 representó su obra La gaviota (1896). Esta asociación de dramaturgo y director de teatro, permitió que las obras más representativas de Chéjov fuesen exhibidas. En 1901 se casó con la actriz Olga Knipper. Chéjov murió en el balneario alemán de Badweiler el 14/15 de julio de 1904.

Este reconocido autor y dramaturgo, tieneuna dinámica para escribir que es muy particular, ya que describe todo con mucho detalle y además hace uso de un elemento bastante extraño como lo es el omitir literalmente sucesos importantes dentro de sus obras; donde podemos ver claramente a lo que se refiere esto es en “La gaviota”; esta obra esta constituida en cuatro actos. En el primer acto se estan ajustando los ultimos detalles para la obra de Treplev (hijo de una actriz famosa), Medvédenko (maestro) le declara su amor a Masha (hija del teniente de la reserva), pero ella le dice que no puede corresponderle; luego entran Treplev que esta hablando con su tío Sorinde que su madre lo odia y esta enamorada de un literato al que ovaciona, entonces entra Nina ( hija de un rico terrateniente), ella es la actriz de la obra de Treplev. Por otro lado encontramos a Polina Andréievna (madre de Masha y esposa de Shamráev) la que se declara a Dorn (médico). La obra comienza y Arkádina (madre de Treplev) critica y se rie constantemente de la obra de su hijo, este se molesta y detiene la presentacion, el único que a gustado de la obra es Dorn al que acude Masha para contarle su amor por Treplev.

En segundo acto Arkádina presume de lo joven que se ve, Sorin se queda de que no ha gozado su vida, Treplev le entrega a Nina una gaviota que mató y le insinua que terminará de la misma manera con él, aparece Trigorin (literato), Nina le dice que ella quiere ser famosa como él y él le comenta que su vida no es como la imagina todo el mundo,que no tiene nada de luminosa de agradable,sino que es infernal porque esta preso de la escritura,cuando ve la gaviota le comenta a Nina que escribira un relato, el que cuenta lo que le sucederá a Nina después.

En el tercer acto Masha le cuenta a Trigorin que se casará con Medvédenko, ya que Treplev no le corresponde, luego llega Nina quien le regala un medallon en que le señala una cita que debe buscar. Treplev se pegó un tiro y Arkádina con Sorin hablan de eso cuando llega Treplev que le dice a su madre que odia al literato, cuando Trigorin encuentra la cita dedicada y no quiere irse, pero es inevitable, luego se encuentra con Nina la que le dice que se hara actriz y se verán de nuevo.

En el cuarto ya han transcurrido cuatro años y vemos que Masha se casó con Medvédenko y tuvieron un hijo, pero ella sigue amando a Treplev, Sorin esta mal, morirá luego, se habla de que Nina ha fracasado tanto como actriz como en el amor y esta de vuelta al igual que trigorin, cuando todos se van a comer Treplev se queda y aparece Nina la que da una sensacion de estar loca, hablan un poco luego ella se va y le dice a él q no la siga, sale y el va tras ella, llegan todos y se dice que Treplev se ha pegado un tiro.


Esta obra es un fiel reflejo de los estudios del fracaso espiritual de unos personajes en una sociedad feudal que se desintegraba. Personajes tales como dramaturgos fracasados, mujeres que para olvidar a uno se casan con otro, hombres que están con dos mujeres a la vez, personas que por diferentes razones se ven incapacitadas a cumplir sus sueños, suicidas, inconformistas entre otros, son los que dan vida a sentimientos como la insatisfacción, el aburrimiento, el amor no correspondido, la soledad, el temor a la vejez y varios más que dentro de la obra están a la orden del día.

Cuando comencé a leer esta obra la encontré aburrida y muy trágica, pero después de investigar e ir un poco más allá pude darme cuenta de lo que el autor nos quiere mostrar, esta bien tal vez la vida cotidiana no es tan trágica como esta representada aquí, pero Chejov más que querer mostrarnos la vida tal cual es creo que nos quiere mostrar los problemas de la sociedad en general representados en estos personajes, por lo que cambio totalmente mi postura ante este autor y es más invito a los demás a que lo lean.

Ángeles Jaramillo